Se caracteriza por la presencia de dolor durante la penetración anal, o evitación de la misma por miedo a sentir elevado dolor.
Esto produce malestar clínicamente significativo e impide el coito anal en personas que desean realizar esta práctica habitualmente. A su vez, puede aparecer ansiedad anticipatoria, evitación del encuentro sexual y problemas de pareja/vinculares.
Desde la terapia sexual contamos con herramientas para poder abordar la anodispareunia
mediante un proceso denominado desensibilización.


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