Podemos identificar tres tipos de hambre:
‣ Hambre real: su incremento es gradual, puede esperar, puede saciarse con casi cualquier alimento. Una vez saciada el hambre se deja de comer.
‣Hambre emocional: aparece de repente, es urgente y la saciedad se produce con alimentos específicos, sentir plenitud no basta para dejar de comer.
‣Hambre por placer: quizás no sentimos hambre fisiológica pero deseamos ingerir algún alimento determinado exclusivamente por placer.
Desde la terapia abordamos cómo es nuestro vínculo con la alimentación. Trabajamos con herramientas de mindful eating para poder crear el hábito de comer consciente.
La vorágine del día puede generar que el acto de comer se convierta en algo acelerado y sin pausa, repercutiendo negativamente en el resto del día, en el estado de ánimo y en la autoestima.
¿Cómo te vinculas con tu alimentación?
¿Sentís que intentás calmar tus emociones por medio de la comida?
¡No dudes en consultarnos!